¿Taxi? ¿Alguien?

 ¿Taxi? ¿Alguien?

En nuestras cabezas, los taxis son amarillos y acumulan sabiduría popular, artilugios y folklore. Huelen a una combinación de sol de mediodía y ambientador de frutillas hechas de plástico y se abren paso entre las calles con un claxon, que es como una especie de canario robot. Inconfundible e insoportable.

Por pintoresca que sea esta imagen, las cosas han cambiado dramáticamente. Los taxis ya no son sólo amarillos. Son azules, negros o atigrados; da igual. Los taxi pirata o taxi amigo (que de paso no son tan amigables) aparecieron en la última década como una respuesta informal a las ganas de salir a la calle a trabajar y poco a poco fueron creando con disciplina, un nuevo espacio de taxis ejecutivos. Una versión más sofisticada del taxi tradicional.

3 de cada 5 carreras de taxi son generads a través de llamadas y/o apps

Se especula que en Latinoamérica, 3 de cada 5 carreras de taxi son generadas a través de llamadas y/o aplicaciones móviles. Da la sensación de que la inseguridad -real o percibida- es el principal detonante; y aunque sin duda, explica la cantidad de taxis amarillos deambulando la ciudad como almas en pena, este comportamiento es una manifestación más del estilo de vida que estamos llevando. Queremos todo dentro de nuestros bolsillos. Música, películas, chismes, memes y taxis.

Y mientras el más grandote de todas las empresas de servicios de taxi digitales -Uber- lanza la moneda y delibera si entra o no al mercado ecuatoriano, Cabify ya está desde julio (lo sentimos Uber, te ganaron el parqueo).  Todo esto mientras pioneros como EasyTaxi, Taxi Tarifa Ecuador, EcTaxímetro, entre otras, miran cruzados de brazos y se preguntan: OK, ¿cuál es la gran novedad?

Pues bien, Cabify permite a sus usuarios registrar una tarjeta de crédito, débito o Paypal, de manera que los pagos se hacen automáticamente al final de la carrera a través de una conversión de distancia, no de tiempo. Esto, entre otras cosas significa, que nunca, repito nunca más, vamos  a tener que ir a pedir que nos cambien un billete porque el conductor del taxi no tiene cambio. Enhorabuena Cabify.

Al final, se trata de la experiencia y el consumidor lo sabePero calma, tarjetahabientes, hay algo que deben saber: sus pagos se realizan vía Cabify España, lo que significa que el consumidor incurre en el 5% por el Impuesto a la Salida de Divisas (si ya se ha excedido el cupo anual de USD 5000). Si se compara esto con la posibilidad de especificar desde el app tus preferencias musicales, la climatización ideal del vehículo y tener la absoluta tranquilidad de saber quién es el conductor, lo vale. Al final, se trata de la experiencia y el consumidor lo sabe.

¿La estrategia de Cabify? Referidos. La primera vez que utilizas su servicio te regalan $10 si los recomiendas a un amigo. Ellos confían plenamente en que la experiencia de sus usuarios será suficiente. Bienvenido el trabajo. Bienvenida la competencia.

Orlando Brigante

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