Una segunda vida para las ideas rechazadas
Todos los días nuestras ideas se enfrentan a miedos, presupuestos, limitaciones, subjetividades… y no siempre logran salir victoriosas. Algunas mueren en el proceso. Tomemos un minuto de silencio por todas esas ideas rechazadas y enterradas (al fondo de un cajón o en algún lugar de la memoria).
Ahora, el hecho de que una idea no sea aprobada (por un Director Creativo, cliente, CEO o quien tome las decisiones), no quiere decir que esta sea mala. Entonces, ¿qué hacemos cuando nos rechazan una idea que sabemos que es buena? ¿La abandonamos o luchamos por ella?
Te presentamos algunas soluciones muy ingeniosas:
The Public House
A principios de este año, The Public House, se encontró con tres campañas, desarrolladas para licitaciones, rechazadas. Pero a esta agencia de Dublín le cuesta mucho abandonar sus ideas.
Por eso, con el fin de no dejarlas huérfanas, crearon subastas en eBay. De esta manera, podrían unirlas con potenciales clientes que quieran adoptarlas. Adicionalmente, decidieron donar el dinero de la venta a la fundación You’re Not Alone.
Para esta agencia:
Denizen
Fundada en el 2008, esta agencia ha acumulado algunas campañas exitosas para clientes importantes. Aún así, los creadores de contenido se frustraban cuando les rechazaban propuestas por ser muy arriesgadas.
Por esta razón decidieron que algunas ideas debían ser producidas sin interferencia de terceros. Si a ellos les parecía buena, se hacía. Punto. Así nace HelloDenizen en el 2014, un canal de YouTube, donde las ideas rechazadas se convertían en virales.
Quizás hayan visto alguno de estos videos de la serie Tiny Hamsters. Gracias a ellos, este canal ha obtenido más de 33 millones de views y ha ayudado a la agencia a validar sus propuestas.
PDFies
La industria creativa gira en torno a los premios. Seamos honestos. Por eso, un trío de creativos en Australia ha creado un concurso de publicidad que no tiene perdedores: los PDFies. Se define a sí mismo como:
Por supuesto que es una burla, pero también es una forma graciosa de validar tus propias ideas. Así que, si crees que has creado una gran pieza publicitaria, ingresa a la página e imprime tu propio trofeo.
Para que una idea sea verdaderamente creativa, debe alejarse del status quo. Caso contrario, ya lo habremos visto antes y entonces ¿cuál sería el chiste? El problema es que para muchas personas, todo aquello que sea diferente, da miedo. Muchas ideas creativas van a morir, simplemente porque “son demasiado creativas”. Así que, no queda más que luchar por ellas, empujar los límites y no conformarnos para seguir repitiendo fórmulas que ya sabemos que serán aceptadas con facilidad.
El rechazo duele, pero si no te puedes sacar esa idea de la cabeza, quizás vale la pena darle una segunda vida.
