No contaban con mi astucia
La semana pasada uno de los mejores comediantes de América Latina dejó el mundo. Roberto Gómez Bolaños, estará haciendo reír y contagiando con su humor único el infinito. Pero más allá de los buenos momentos que compartió con varias generaciones y de la tristeza por su deceso, su vida dejó grandes enseñanzas para marketers y emprendedores. A continuación, compartimos algunas de ellas.
Empatía y conocimiento de las personas. Una de las tantas cosas notables en toda la obra de cómico mexicano, es que ella supo entender a su público (qué los conmueve). No en vano, sus chistes hicieron reír a toda una región y a niños de diferentes edades y épocas.
Más allá de un país. Si bien El Chavo del 8 fue una serie ambientada y dirigida en México, tocó y alcanzó gran repercusión internacional. Esto nos lleva a plantearnos: Si desde un inició se piensa global o se internacionaliza un producto o servicios, es muy probable que este tenga mayores oportunidades de éxito.
Control de daños, “fue sin querer queriendo”. En un mundo en el que las cosas suceden, cambian y se comentan a la velocidad de un click, las marcas siempre estarán en el ojo del huracán, especialmente cuando hayan cometido un error o falta. Así que hay que estar dispuestos a aceptar los errores y pedir disculpas, a todos se nos puede chispotear algo.
Capitalizar inteligentemente el éxito. Es bien reconocido que la fortuna de Chespirito estuvo en sus producciones televisivas que posicionaron a personajes inolvidables y queridos en varios mercados; que luego dieron origen a shows en vivo, libros, muñecos y una seria animada, así como licencias a diversas compañías. Entonces, cuando una marca alcanza cierto éxito es recomendable que abra nuevas líneas de negocio para de esta manera obtener un mayor crecimiento económico. ¡Ajá! No contaban con mi astucia.
Levantarse ante las críticas de los demás. Sin importar que la gente esté diciendo que tú y yo estamos locos, hay personas que hablan por hablar, por lo que lo mejor es seguir con el camino planteado. Aunque no lo crean el Chavo es un personaje con gran inteligencia emocional. Por consiguiente, uno hace su camino y no las palabras de otros. En el peor de los casos siempre se podrá comprar una pastilla de chiquitolina para ellos.
