La revolución de retail del siglo XXI
El retail ya no es el mismo, las redes sociales y los avances tecnológicos lo transformaron. Por tal motivo, en las siguientes líneas exploramos más acerca de la nueva realidad del retail y sus desafíos.
Antes de avanzar es imprescindible conocer su situación actual. Por ejemplo, según data de la National Retail Federation (NRF-USA): en general las ventas en retail han aumentado cada mes desde Enero, las visitas han disminuido en un 5% cada mes durante los últimos 30 meses, el tráfico de personas bajó en un 20%, al igual que en los días festivos 8.5%. Pero del otro lado de la banlaza, las ventas a través online aumentaron en un 15% cada trimestre por los últimos 24 meses.
Por otro lado, los consumidores hoy más que nunca tienen el control sobre sus propias experiencias. Las actividades se están trasladando hacia el mundo digital y mobile, lo que significa que tienen el poder de realizar compras en cualquier momento y en cualquier lugar. Además, las personas esperan más de sus experiencias en el punto de ventas. La falta de buenas propuestas está haciendo que ellas eviten ir a dichos puntos. Ante este panorama los consumidores ya no TIENEN que ir las tiendes, ellos deben QUERER ir.
Pero, ¿a qué se debe este descontento actual hacia las tiendas? La respuesta es igual de compleja que la pregunta. En primer lugar, el personal no ayuda, muchas veces ellos tienen un pobre conocimiento de los productos que se veden, no entienden al consumidor y brindan pésimas experiencias de marca. En segundo lugar, el tiempo del cliente está sobrevalorado, muchas veces ellos recorren grandes distancias para llegar a un local solo para toparse con interminables filas en las cajas. Tercero, y más importante, hoy por hoy las tiendas son ambientes hostiles, muchos sitios son anticuados, oscuros o se hace difícil encontrar un producto.
¡Tranquilidad! Si en este punto de la lectura ya te deprimiste o piensas que no hay nada que se pueda hacer, te presentamos alternativas para solucionar los problemas anteriormente mencionados y que vienen de la mano con los avances tecnológicos.
Educación digital. Hay que brindarles a los trabajadores la mayor cantidad de herramientas tecnológicas para afrontar los desafíos de la posmodernidad, esto hará que ellos puedan realizar un trabajo más efectivo. Además, hará que el trabajador sepa más o igual información respecto a una marca que el consumidor.
Apreciar el tiempo del consumidor. Sería muy recomendable aprovechar la revolución de las apps para que los clientes, hagan pedidos y pagos online para que solo tengan que pasar a la tienda a recoger sus compras. Hoy la tecnología permite conocer el stock de un producto, hay que dejar en el olvido eso de llegar a una tienda, después de un día agitado, y llevarse la sorpresa que no lo tiene. ¡Grave error y costumbre del siglo pasado! Para hacer de una tienda un lugar más amigable hay que llenarla de luz, que sus pasillos sean fáciles de recorrer, pero especialmente, hay que hacer a los productos más asequibles.
A continuación, compartimos algunos consejos acerca de cómo debería ser una tienda del siglo XXI
-Las tiendas tienen que ser más que un lugar de transacciones (ellas pueden ocurrir en cualquier lugar)
-Debe ser única, con un ambiente especial, visualmente impresionante y que brinde un contacto exclusivo con las marcas, es decir que ofrezca algo que no se de en otro lugar.
-Tiene que ser un lugar en donde los consumidores puedan interactuar con una marca o productos, no solo de manera física sino digital.
-Debe de implementar creativas y eficientes formas para que los consumidores recojan sus pedidos.
-¡LA EXPERIENCIA! ¡LA EXPERIENCIA! ¡LA EXPERIENCIA! Una tienda tiene que proveer de experiencias positivas y emocionales.
Este último punto es el más importante, y para conseguirlo las cadenas de retail tienen que comenzar a pensar en nuevas maneras en que los consumidores interactúen con los productos, pensar en más allá del merchandising tradicional o tratar a las tiendas como showrooms.
En lo que respecta a las experiencias, hay que comenzar a generarlas de forma especializada para cada consumidor. Esto se puede dar gracias a historiales de compra o preferencias, así como por experiencias que inciten al consumidor a compartir información.
Fuente: T1visions-RNF15