Una radiografía de la mujer ecuatoriana
¿Cómo es la ecuatoriana? ¿Qué es lo que la caracteriza, lo que más le importa, qué cargos ocupa en el mundo empresarial? A continuación, te presentamos una radiografía de la mujer en Ecuador, basada en estudios realizados a nivel local.
Estas conclusiones pueden ayudar a las marcas a entender a quién se están dirigiendo y cómo comunicarse de mejor manera con esta consumidora.
La ecuatoriana, en datos
Un estudio realizado por Ipsos nos da una pauta sobre cómo es la mujer ecuatoriana, sin importar el rol que desempeña, en diferentes aspectos de su vida; desde la religión, hasta los problemas sociales que le preocupan.
Así es, en resumen, la mujer en nuestro país:
Para la ecuatoriana, la institución que más confianza le genera es la familia, seguida de la iglesia y la universidad. Además, la imagen de una persona de 40 años le transmite una mejor posición social mientras que las personas de 70 años se perciben como más respetables.
La mujer de nuestro país ve en el trabajo un sinónimo de independencia. Para ella, la tecnología y la ciencia son una fuente de oportunidades y conocimiento para las futuras generaciones.
La ecuatoriana en el mundo laboral
¿Cómo nos sentimos las mujeres en el ambiente laboral de nuestro país? Un estudio de Ipsos, promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo, buscó conocer la situación del liderazgo femenino en Ecuador. Según esta investigación, un 41% de las mujeres piensa que los hombres tienen mejor acceso a oportunidades de desarrollo profesional y un 51% de las mujeres cree que los hombres tienen acceso a mejores puestos. Esto significa que las mujeres se sienten limitadas respecto a las oportunidades que tienen en sus espacios de trabajo.
Pero, ¿qué tan cercana a la realidad es esta percepción? El estudio de Ipsos refleja que las mujeres tienen un menor acceso a cargos altos en comparación al que tienen los hombres.
Además, más de la mitad de las empresas más grandes del país, no tiene políticas definidas cuando se trata de la participación de la mujer en altos mandos.
El reto ahora es trabajar como sociedad en la reconstrucción de algunas creencias que limitan muchas veces la consolidación del liderazgo femenino en el país.