Rediseñando el mundo de los negocios: El nuevo “ama de casa”

 Rediseñando el mundo de los negocios: El nuevo “ama de casa”

Cindy-Gallop

Me siento frustrada cuando escucho la creencia popular que afirma que no hay suficientes mujeres en los escalones más altos de las compañías, porque “tarde o temprano quieren tener hijos.”

Las mujeres no abandonan la fuerza laboral porque quieren tener hijos o familia. Se marchan o se ven forzadas a salir porque todo el diseño y premisa del mundo de los negocios está basado en el concepto del “ama de casa”.

La estructura corporativa fue diseñada históricamente con la suposición de que siempre sería el hombre el que vaya al trabajo, y que siempre habría una mujer en casa haciéndose cargo de todo lo demás.

Cindy Gallop

Cuando los rangos más altos de cada industria son manejados por un grupo cerrado de hombres blancos hablando con hombres blancos sobre otros hombres blancos, cuando una mujer sensata observa esto en lo más alto de su compañía, ella debe preguntarse: “¿a quién diablos le gustaría trabajar así?”.

Vivimos en un mundo donde el escenario predeterminado es siempre masculino y en el que el hombre aún no ha descubierto cuán feliz sería viviendo en un mundo diseñado igualitariamente, y de manera diferente, por las mujeres.

Aquí es donde difiero con Sheryl Sandberg. Sheryl alienta a las mujeres a apoyarse en el sistema actual; yo quiero que nosotras cambiemos ese sistema.

Cindy Gallop

La misma cantidad de hombres como mujeres se sienten desganados de ir el lunes por la mañana al trabajo. La misma cantidad de hombres como mujeres quiere pasar más tiempo con sus hijos. La misma cantidad de hombres como mujeres quiere salir de la competencia feroz y hacer algo que disfruten más o que sea más significativo.

Entonces, cambiemos esa creencia de que los hombres nacieron para ganarse el sustento del hogar y que la mujer nació para criar y cuidar. Rediseñemos la estructura corporativa alrededor de una creencia opuesta a esta.

Cindy Gallop

Si todas estas responsabilidades son muy grandes, entonces es el hombre el que debe abandonar la fuerza de trabajo para encargarse de ellas.

¿Cómo se vería esto?

Los hombres replantearían y rediseñarían el trabajo para acomodarse a todo esto, para hacer lo que las mujeres llevan haciendo por años, más trabajo en menos tiempo, pero ahora con el ímpetu de reacondicionar la vida corporativa. Los grupos de poder gestionarían que los gobiernos mejoren los sistemas de cuidado para niños, la salud y los ancianos.

Ser el “amo de casa” se convertiría en el nuevo modelo al que todo hombre aspira llegar –una medalla de honor, solemnizado en los medios, realzado en la cultura popular– frente al actual escenario, donde los hombres con un pensamiento correcto que son “amos de casa” son menospreciados por otros hombres y mujeres, y en el que los hombres no se atreven a tomar su permiso de paternidad por temor a ser mal vistos.

Al mismo tiempo, las compañías necesitan mujeres que se suban a bordo para balancear esto. Las mujeres serían ascendidas con mayor velocidad, para gestionar, liderar, y tener la oportunidad de influencia directo en el rediseño el modo como hacemos negocios, enfocándose en los resultados y no en el proceso.

Pensar en la crianza de los hijos como algo que ambos géneros hacen, no sólo la madre como única responsable de esto. Impulsar plazas y procesos de trabajo más creativos e innovadores en los que todos puedan ganar más.

Si más hombres pudieran convertirse en “amos de casa”, solidarios con las mujeres ambiciosas, el mundo de los negocios sería más feliz, saludable, más innovador y mucho más lucrativo para todos.

Thalie Ponce

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