La teoría del Big Brand
Ha sido una larga semana tras los acontecimientos ocurridos en el país durante la noche del sábado. Nos unimos como nación para brindar una mano a todos aquellos que nos necesitan hoy más que nunca y demostramos que somos una sociedad fuerte y preparada para acudir en auxilio de nuestros compatriotas. Los ecuatorianos nos lanzamos en esta cruzada por levantar nuevamente todo aquello que se sacudió, devolviéndole el aliento y esperanza a los que la perdieron. Nosotros desde esta posición reafirmamos nuestro compromiso de seguir velando por el desarrollo del país, aportando con conocimiento y trabajo para seguir creando marcas fuertes que reconstruyan lo que nadie podrá quitarnos: el optimismo. Por eso continuamos, según lo prometido, con el workshop: Big Brand Theory que nos dejó más de una valiosa lección.
“Una marca es una experiencia cumplida”, de esta forma arrancó el taller con Eduardo Íñiguez, Associate Director Client Services para Iberia & Latam, de Interbrand.
Antes de comenzar a analizar junto a Eduardo el horizonte sobre el que se construirán las marcas, revisaremos la definición de branding. Esto es, ir mucho más allá de un diseño elegante o minimalista y entender que el verdadero negocio está al encontrar las rutas para hacer aterrizar tu experiencia de marca en los diferentes ámbitos en los que tu consumidor se desenvuelve.
Entonces, ¿qué hacen las marcas hoy para seguir siendo relevantes mañana? En una frase sencilla: ponen al consumidor en el centro de su negocio.
Cuentan historias como BMW y su “placer de conducir”, que nos pone frente al volante no como un medio de transporte sino como una aventura de vida. Hay que ser consistentes, al igual que Coca-Cola que sostiene los diferentes productos de su portafolio bajo una misma estrategia de comunicación. Creando grandes fans que defienden a tu marca como lo hacen con Apple. O reaccionando rápido como Zara lo ha hecho para convertirse en el retailer más poderoso del planeta con una estrategia de chain supply innovadora y contundente.
Las marcas del futuro buscan la diferenciación, generan pasión y hacen que su producto sea una excusa para brindarle al consumidor una experiencia que lo vincule para siempre con ellas. Lo que diferencia a las buenas marcas de las grandes, es que las primeras saben vender sus productos, pero las otras se convierten en un símbolo de algo más relevante en la cabeza de sus clientes, entregando valor a través de sus bienes.
La experiencia invisible
Otro de los puntos importantes durante el workshop fue la importancia de comprender que hoy los nuevos modelos de gestión le dan tanta importancia a la estrategia de negocio como a la de marca. Esto sucede porque ya no se puede competir a niveles tangibles (siempre habrán competidores que lo pueden hacer más rápido y asequible que tú), por eso hay que enfocarse en las percepciones del consumidor a través de tu marca. Es decir, darle notoriedad a lo intangible, al valor agregado que se le puede dar a la compra de un bien o servicio.
Los marketers debemos comenzar a pensar que la gente ya no compra lo que hacemos sino por qué lo hacemos. Esto será un activo para nuestra marca. El core de la empresa es esa razón que nos mueve a hacer lo que hacemos, luego viene el método para hacerlo (el cómo) y por último lo que entregamos (el qué), ese producto final que recibirá el consumidor en base a todo lo anterior.
En el lugar adecuado, en el momento adecuado
Finalmente, terminamos conversando sobre posicionamiento, esa proposición de valor que influencia a nuestras audiencias. Nos servirá para obtener un espacio perceptible en la mente de nuestros stakeholders, porque el branding no solo piensa en el cliente, también hay que analizar a los proveedores, los socios y el público en general para la construcción de una marca fuerte.
Es importante definir esta posición entendiendo quién es nuestro consumidor y qué necesita. De esta forma podemos ser más eficientes y la estrategia será más concreta. Recordemos que no podemos ser todo para todo el mundo, pero sí podemos ser algo para algunos. El que mucho abarca, poco aprieta.
Encontrar los insights del consumidor, definir el posicionamiento, valores y personalidad serán fundamentales para concretar la idea central de nuestra marca, la que nos dará un factor diferenciador para competir con mayor inteligencia que los demás.
Todo esto nos sirvió para terminar la tarde realizando un ejercicio de Brand Tango con el cual pudimos combinar el ADN de diferentes marcas para generar interesantes innovaciones de productos, servicios, campañas de publicidad y estrategias.
En fin, el branding no volverá a ser igual después de ocho horas llenas de conocimiento que de seguro ayudarán a crear las marcas del futuro en el país, las que lo impulsarán hacia un nuevo desarrollo.
¡Reventó el Big Brand Theory!