Realidad virtual en tiempos de storydoing
Aquellos que somos marketeros, publicistas o creadores de contenido estamos conscientes de que la forma en la que nos conectamos con el público ha cambiado radicalmente en los últimos años. Los consumidores se sorprenden cada vez más difícilmente y en este panorama ha surgido la tendencia al storydoing: colocar al consumidor en medio de la acción para que sea este quien defina la historia de la marca.
La razón por la que es tan importante que las marcas empiecen a hacer storydoing es que los seres humanos somos “storydoers” innatos. Todos usamos a las marcas para contar nuestra propia historia: el auto que conducimos, la ropa que usamos, el smartphone que preferimos; son herramientas que usamos para comunicar nuestra identidad. Comprar un producto sólo significa avanzar nuestro relato.
La realidad de la Realidad Virtual
La Realidad Virtual está demostrando ser un negocio en auge y el creciente interés de los consumidores es innegable (hemos esperado este momento y el futuro al fin está aquí). Sólo en el primer trimestre del 2016 se invirtieron más de $1.2 miles de millones en esta tecnología, según TechCrunch y Forrester proyecta que más de 52 millones de headsets serán vendidos en EE.UU. hasta el 2020.
Esta herramienta nos trae la oportunidad única de transformar la relación dinámica con nuestros consumidores, por su potencial multisensorial que complementa al storydoing.
No sólo amplía el espectro narrativo (pensemos en todas las situaciones imposibles en las que podemos poner a nuestros consumidores), sino que también cautiva al público a través de las emociones e interactividad. Y no es para menos. Lograr que los consumidores se sumerjan en el mundo de la marca, que se abstraigan por un determinado tiempo y que sientan calma, euforia o peligro no es poca cosa.
El presente del storydoing
La Realidad Virtual crea un presente alterno (diseñado y controlado por la marca). Esto permite a los usuarios literalmente estar dentro de cualquier situación; dejando de ser espectadores y convirtiéndose en protagonistas.
Durante la experiencia se suspende la incredulidad y el sentido crítico, ya que la persona se encuentra inmersa en ella, y esto permite disfrutar el mundo ficticio en el que se encuentra.
¿Qué otro formato está mejor diseñado para estimular a los 5 sentidos humanos? Estos se ponen en pleno funcionamiento durante una experiencia de Realidad Virtual, de la misma manera que lo harían en una situación real. Mientras dure la experiencia, este mini-engaño será el que guíe la percepción de los usuarios, obligándolos a reaccionar (exactamente de la forma en la que se espera).
Los detalles de la experiencia
Para que estas experiencias generen engagement no sólo deben presentar una gran idea y una estética excelente (o por lo menos atractiva), sino que el audio debe complementar la experiencia 360º. Su intención es situar al usuario estratégicamente, determinar una energía concreta y conseguir que perciba el mundo de la manera más útil para la que se haya creado.
En este playlist encontramos ejemplos increíbles que seguramente servirán de inspiración para crear experiencias de Realidad Virtual exitosas:
Las historias viven en los corazones de las personas; y en el futuro, deben estar al centro de cada negocio. Las herramientas para humanizar a nuestras marcas y brindar experiencias que realmente importen a los consumidores, ya existen. Sólo tenemos que decidirnos a hacerlo y empezar a trabajar.