Stefan Sagmeister: un rockstar del diseño
Autocrítico, inconformista, provocador e impredecible. Estas son algunas de las denominaciones que Stefan Sagmeister se ha ganado a lo largo de su impresionante carrera. Durante más de veinte años, él ha sido uno de los más importante diseñadores gráficos del mundo. Y mucho se reduce a su actitud desafiante, impulsiva y curiosa, su capacidad de cuestionar los principios conocidos del diseño y su pasión por modificar el status quo.
Nacido en Austria, Stefan fundó Sagmeister Inc. (ahora Sagmeister & Walsh) en Nueva York en 1993. Ha sido considerado un verdadero hombre renacentista por su gran talento e insaciable búsqueda de proyectos increíblemente diversos. Ha diseñado para clientes como The Rolling Stones, HBO y el Museo Guggenheim. Ha recibido dos Grammy y ha ganado prácticamente todos los premios internacionales importantes de diseño.
Con una trayectoria tan impresionante, una mente tan llena de ideas disruptivas y una personalidad irreverente, era imposible no invitarlo a Reinvention 2017.
Para prepararnos para lo que será una conferencia imperdible, conversamos en exclusiva con Stefan Sagmeister:
¿De dónde sacas inspiración?
El proceso que he estado usando frecuentemente ha sido descrito por el filósofo maltés Edward DeBono. Él sugiere pensar en un proyecto particular tomando un objeto aleatorio como punto de partida. Digamos que tengo que diseñar un bolígrafo. En lugar de observar las plumas y pensar cómo se utilizan y cuál es mi target, empiezo a pensar usando algo totalmente distinto como… las colchas de un hotel.
La razón por la que esto funciona es porque este método obliga al cerebro a comenzar en un lugar nuevo y diferente. Esto evita que caiga en ideas familiares que se han formado antes.
¿Has tenido algún mentor creativo y de negocios?
Tibor Kalman fue la persona más influyente en mi vida y mi único héroe del diseño. Como jefe no tenía reparos en molestar a sus clientes o a sus empleados. Tenía las agallas para arriesgarlo todo. Además tenía una extraña habilidad para dar consejos y dispersar sabiduría, en lo que más tarde denominamos Tiborismos: «no vayas a gastar el dinero que te pagan o vas a ser la puta de las agencias de publicidad para el resto de tu vida» fue su frase de despedida cuando me mudé a Hong Kong para abrir un estudio de diseño para Leo Burnett.
Tibor siempre estaba listo para saltar de un campo a otro. De él aprendí el mantra «debes hacer todo dos veces, la primera vez que no sabes lo que estás haciendo; la segunda vez, sí; la tercera vez es aburrido».
¿Te consideras arriesgado? ¿Cuál es el mayor riesgo que has asumido en tu carrera?
No soy arriesgado por naturaleza. En realidad, soy bastante tímido y tengo que convencerme a mí mismo de las cosas.
El mayor riesgo que he tomado fue ese primer año sabático. Lo pasé en New York, porque la idea de hacerlo ya era demasiado grande para mí en ese momento. El segundo año quise que fuera diferente y terminé en Bali. Me gustó la posibilidad de vivir en la selva y estar, al mismo tiempo, a sólo 5 minutos de una pequeña ciudad. Ahora estoy en medio de mi tercer año sabático. Pasaré en Ciudad de México, Tokio y un pequeño pueblo en los Alpes austriacos.
¿Cómo te diste cuenta de la importancia de la belleza en el diseño?
Siempre que tomábamos los aspectos formales de un trabajo muy seriamente, parecía funcionar mucho mejor. Pero el “funcionalismo” puro parece que no sirve en absoluto. Basta con mirar los proyectos de vivienda pública construidos en los años 60 y 70. La meta era construir lo más eficientemente posible. ¿El resultado? Nadie quería vivir en esos edificios. Habría sido mucho mejor si la belleza hubiera sido también un objetivo.
El mundo del arte contemporáneo ha abandonado casi por completo la belleza y uno puede abrir hojas de libros de arquitectura sin ver el término mencionado una vez.
¿Rediseñarías alguno de los proyectos en los que has trabajado para hacerlos más “bellos”?
No. Prefiero aprender de los malos y mejorar las cosas que se avecinan en el futuro.
La experiencia de Stefan Sagmeister es incomparable. Y sin duda, sus ideas rompen todos los esquemas que conocemos. ¡Octubre, ven ya! Estamos ansiosos por conocer a esta leyenda viviente del diseño y escucharlo hablar sobre la felicidad y la belleza: cómo estas se conectan con el diseño y qué significa eso para nuestra vida cotidiana.