TIDco: la nueva cultura disruptiva de ideas que transforman
Un dicho popular afirma que «el mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión». Es cierto y aplica no solo para personas, sino para marcas también. Un speech conmovedor, puede causar una gran impresión en las personas, pero son las acciones que se toman alrededor de lo aprendido las que causan un impacto en la percepción o comportamiento de los consumidores.
Eso es justamente lo que busca TIDco, el Congreso de Innovación y Disrupción, presentado por el Banco del Pacífico y ESPOL. Estuvimos en el evento el pasado 14 de agosto y en conversación con Luis Aguirre, Gerente Nacional de Transformación Digital e Innovación de Banco del Pacífico, nos contó acerca de la huella que quieren dejar en el país.
Los inicios
Para Luis, todo inició como un sueño: el Banco quería que Ecuador esté cercano a los mayores exponentes en innovación y disrupción del mundo.
“La creación de TIDco fue un desafío para nosotros y ESPOL, pero quisimos construir un concepto. Apostamos y hoy vemos que consistentemente incrementamos un 20% el aforo y tenemos la capacidad de convocar a speakers como: Guy Kawasaki, Kevin Ashton, Chip Conley, Duncan Wardle o Marc Randolph. Estas son señales positivas sin duda”.
El Congreso ya tuvo su tercera edición y convocó, no solo a empresarios y emprendedores, sino a académicos y estudiantes. ¿Su propósito más grande? Crear un espacio que permita, al ecosistema local, obtener insights de innovación e ideas de negocio disruptivas. “TIDco busca inspirar a profesionales de Ecuador y de la región a descubrir caminos diferentes y romper el status quo”, afirma Luis.
La nueva cultura disruptiva de ideas que transforman
Pero el reto más grande que tiene TIDco, es haberse transformado en un participante activo del “ADN innovador” que promueve su creador, el Banco del Pacífico. Ahora, están concentrados en recuperar y fortalecer espacios con sus clientes, al mismo tiempo que fomentan el ecosistema de innovación y emprendimiento a nivel local.
Siguiendo con la misión de desarrollar una cultura disruptiva que derive en soluciones acordes a las necesidades y expectativas de los ecuatorianos, Luis opina que “hace falta generar un despertar en las empresas: introducir nuevas prácticas para el desarrollo de productos o crear nuevos servicios para sus clientes”. Una vez conquistado ese terreno, él cree que la comunidad de innovadores no se centrará en pocas compañías, sino que se logrará, además, promover al emprendedor innovador.
“Nuestra principal prioridad es fomentar conversaciones que deriven en nuevos modelos de negocio, nuevas propuestas de productos, de servicios y, por supuesto, ideas que transformen y conviertan a nuestro país en un talento competitivo”.