Los 10 mandamientos del design thinking
El design thinking se ha instituido en los últimos años como un importante instrumento para promover la innovación en las organizaciones.
Se trata de una metodología para desarrollar la innovación centrada en las personas.
Según Álex Aldas, director general de Aldasbrand, el design thinker “ha pasado de ser un artista comercial a ser alguien que resuelve problemas”.
Álex propone estos 10 mandamientos cuando se habla de design thinking:
1 El ser humano antes que el consumidor
La empatía es la base del proceso de diseño que se centra en las personas y los consumidores. El design thinking se basa en tres conceptos claves:
- Identificar quién es mi tipo de cliente: WHO.
- Qué necesidad tiene: NEED.
- Cuáles son sus deseos, emociones, expectativas, aspiraciones: INSIGHTS.
Debemos enfocarnos en los valores humanos, conocer de antropología, tener empatía por las personas para las cuales están diseñando y el feedback de estos usuarios es fundamental para lograr un buen diseño.
2 Piensa en tu consumidor antes que en ti mismo
Para diseñar, debes tener empatía con tus consumidores, porque es importante lo que ellos piensan y sienten. Comprender es el elemento esencial. El diseñador que construye marcas no puede ser solamente un creativo al que el cliente le solicita una pieza específica o un cambio.
3 Siempre definirás el problema
Conocer cuál es el problema es la única manera de crear la solución correcta. La «definición» es todo sobre tener claridad y enfoque en el espacio de diseño en que se definen los conceptos. Es clave determinar bien el desafío del proyecto basado en lo aprendido del usuario y su contexto.
4 Idear, idear, idear
No se trata de tener la idea correcta sino de crear el mayor número de posibilidades. Todas las ideas son válidas y se combinan desde el pensamiento consciente e inconsciente, razón y emoción. Es un espacio para idear brainstorms y construir ideas sobre previas ideas.
5 La colaboración debe ser radical
Juntar equipos de personas de variadas disciplinas y puntos de vista. La diversidad permite sacar a la luz ideas radicales, no solo incrementales. Las técnicas empleadas proceden en su mayor parte del mundo del diseño, pero el design thinking no es ni mucho menos una actividad exclusiva de los diseñadores. De hecho, se aplica en múltiples campos: desarrollo de productos y servicios, rediseño de procesos, comunicación ATL y BTL, branding, packaging, etc.
6 Estar consciente del proceso
Simplificando, el design thinking se puede resumir en tener claro el proceso de diseño y en saber qué métodos se utilizan en cada fase.
7 Construye para pensar y evalúa para aprender
Hacer un prototipo no es más que la generación de elementos informativos, como dibujos, artefactos y objetos, con la intención de responder preguntas que nos acercan a la solución final. Las fases iniciales de cada proyecto pueden tomar más tiempo, pero el prototipado debe hacerse de manera rápida y barata para entregar, debatir y obtener un feedback.
8 Incita a la acción
Idea que no lleva a una acción esperada no es una buena idea. Debemos pasar del ser al hacer y luego tener. Del pensar a la acción. No lo digas, muéstralo. Comunica tu visión de lo que pretendes resolver de una manera significativa e impactante creando experiencias, utilizando visuales ilustrativas y contando buenas historias.
9 Innovación no es creatividad
La creatividad es el arte de generar nuevas ideas, pero la innovación radica en la capacidad de ejecutarlas. El diseño es el responsable de que las ideas sean tangibles y accionables: es el punto de partida de la innovación.
10 Debes evaluar las propuestas
Evaluar te da la oportunidad de aprender sobre los usuarios y las posibles soluciones, pero debemos saber cómo evaluar las propuestas, tener el feedback de la persona que va a consumir tu producto y de la que va a decidir la compra. Las investigaciones nos dan el camino, pero el olfato es nuestro.