Por qué el mundo digital necesita al real

A medida que la tecnología invade cada vez más aspectos de la vida de los consumidores, las experiencias digitales están teniendo impacto en el mundo real con mayor frecuencia. Sin embargo, las expectativas del mundo online son bastante diferentes a aquellas del mundo offline.

Cuando interactuamos con los consumidores a través de Internet, el objetivo es brindarles oportunidades gratuitas de conectarse con nuestras marcas alrededor de los temas que ambos amamos. En el mundo real, en cambio, rápido y gratis no es suficiente. Las personas quieren una experiencia llena de valor y que genere un impacto real en sus vidas.

Parte de lo que los consumidores esperan en el mundo real, involucra el estar en un lugar físico y poder disfrutar todo lo que este ofrece. Por eso, la gente paga más por un pasaje de primera clase. Hay una experiencia que viene asociada a ese costo. O incluso, pensemos ¿por qué la gente sigue teniendo reuniones en persona cuando podría hacerlas vía Skype? Aunque sea menos cómodo o conveniente, la sensación de estar juntos en un mismo sitio da la sensación de que el resultado va a ser más positivo.

Conectando el mundo real con el digital

Cualquier cosa que los consumidores podrían necesitar se encuentra en Internet. Esa es la realidad. Sea que deseen algo de comer, un coche para bebés, un taxi… sólo tienen que buscar, dar click y llega a su puerta. Sin embargo, lo que el mundo online aún no logra brindar es la experiencia de sentarse en un sofá para saber qué tan cómodo es, de lanzarse sobre un colchón para probarlo, de tocar la tela de un vestido para saber si es suave. Esta es la parte que aún falta.

Entonces, ¿cómo podemos juntar lo mejor de ambos mundos? Las marcas ya tienen una ventaja estratégica: la capacidad de monitorear cada experiencia que su cliente tiene en el mundo real y en el digital. Lo ideal es identificar cómo ayudarlos a fluir de uno a otro.

Digamos que tu consumidor va a tu tienda a comprar un sofá y una vez que lo tiene en su casa, decide que hace falta un sillón adicional para completar la decoración. Lo que tu marca podría hacer es tomar la información de la compra realizada por esta persona en la tienda y, mediante anuncios programáticos, dirigir a la persona en el mundo online a encontrar sillones, alfombras, mesitas, etc. Que combinen a la perfección con el sofá que compraron. De esa forma, esa persona puede comprar esos ítems adicionales sin tener que volver a ir a la tienda.

Ya hemos aprendido a tomar todo lo que sabemos de nuestros consumidores a partir de su huella digital y usarlo a nuestro favor para mejorar nuestra relación online. Ahora es momento de empezar a prestar atención a lo que hacen en el mundo real y sumar todos estos inputs. Esta estrategia puede ayudar a incrementar ventas y personalizar todas las experiencias que las personas tienen con las marcas. La mejor parte es que los consumidores saben que todo esto tiene un costo y están dispuestos a pagarlo.