Paz mundial: una Pepsi a la vez
Pepsi decidió subirse al tren de la consciencia social. Y desde el momento en que lanzaron su spot de dos minutos y medio, protagonizado por Kendall Jenner, la respuesta ha sido muy negativa.
Según data de Amobee Brand Intelligence, el engagement de la marca ha aumentado 366% en un solo día. Pero esto no es algo que deba ser celebrado, ya que de todos esos comentarios, el 43% menciona al movimiento Black Lives Matter (ya explicaremos por qué), el 31% cree que comercial es insensible y el 10% lo ha catalogado como el peor comercial jamás creado. Ouch.
Definitivamente, esto no es lo que la marca esperaba, entonces, ¿qué salió mal?
Todos sabemos que Estados Unidos está pasando por un momento muy duro. Si bien su población siempre ha sido bastante políticamente activa, desde que Trump asumió la presidencia del país, hemos visto un sinnúmero de marchas y protestas.
Como es natural, muchas marcas eligen como estrategia reflejar el sentimiento actual de sus consumidores. Si a estos les preocupan las reformas migratorias, los derechos LGBTQ, las guerras, los animales, el medioambiente, etc., estas crean comerciales para apoyar la causa. Y esto está muy bien. Sin embargo, creo que todos sabemos que al tocar temas sensibles debemos ser, pues, sensibles.
Pepsi debió consultar con personas que realmente han participado en protestas en los últimos años. ¿Por qué? Pues porque es un tema tan serio, que no se lo puede tomar a la ligera.
Para muchas personas, el comercial ha sido problemático por varias razones:
Kendall Jenner
La elección de esta modelo ha sido muy criticada. Sobre todo, porque no es un personaje creíble en el contexto de las luchas sociales. Esto ha hecho que sea muy fácil burlarse de ella y del comercial.
La explotación del asunto
Las marcas deberían saber que al tocar temas controvertidos, deben hacerlo de tal forma que ayuden a progresar la discusión sobre este. No puede ser un momento “mírenme, mírenme”, porque entonces, estarían explotando el sufrimiento de aquellas personas afectadas por estos problemas.
Black Lives Matter
Si bien el spot se esfuerza por incluir y representar a diversos grupos de personas típicamente marginalizados, ha logrado llevarse un enemigo peligroso. El movimiento Black Lives Matter se ha visto particularmente en contra del comercial, por la escena final que asemeja una foto tomada en una marcha real.
Let’s put this into perspective. #PEPSI pic.twitter.com/2xmVGlIQ3p
— Black Girl Beautiful (@blckgirlbeauty) 4 de abril de 2017
Trivialización de un problema serio
Volvemos al cierre del comercial. La escena en la que Kendall le entrega una Pepsi a un policía y este sonríe (razón por la cual todos los manifestantes celebran) es un intento de poner la marca al frente de todo. Esta escena pareciera decir “una Pepsi es capaz de lograr la paz en el mundo”. Y tenemos que admitir, que es un mensaje un poco simplista.
If they only would have given the cops a Pepsi.. pic.twitter.com/gu1axy5Egv
— Karen Civil (@KarenCivil) 4 de abril de 2017
Ok. Admitiremos que vivimos en una época en la que es muy fácil enojar a la gente. Mucha gente tiene acceso a internet y todos pueden opinar; y eso quiere decir que si tu marca da un paso en falso, es muy probable que miles de personas lancen todo su odio hacia ti. Habiendo dicho eso, tenemos que reconocer que este comercial peca de lo peor que podría hacer una marca: no ser auténtico.
Muchas marcas han logrado incursionar en el terreno de los problemas sociales con éxito. ¿Cómo? Haciendo una declaración convencida. Tomando una postura. Pepsi decidió hacerlo a medias tintas y está pagando las consecuencias. Después de una fuerte inversión en la producción y lanzamiento de la campaña, han tenido que sacarla de circulación.
— Pepsi™ (@pepsi) 5 de abril de 2017