Tu smartphone está matando tu creatividad
Si eres creativo, deberías odiar tu smartphone. Es un parásito que te está chupando la creatividad como una sanguijuela insaciable. Cada día te hace peor en tu trabajo, pero lo mantienes constantemente a tu lado. Incluso mientras te roba lo que podría conseguirte un Lápiz o un León o una ascenso. Y es que lo hace de la manera más insidiosa posible: manteniéndote entretenido constantemente.
Mucho antes de que Steve Jobs creara lo que ahora se ha convertido en un nuevo apéndice, David Ogilvy tenía un método para producir impactos creativos. Lo que él llamaba “big ideas”. Este genio sugería “dar un largo paseo, tomar un baño caliente o beber una cerveza… si la línea telefónica de tu inconsciente está abierta, brotará una gran idea de ti”.
Piensa bien en esas actividades. ¿Te das cuenta qué tienen en común? Ogilvy no recomendó escuchar la radio, leer el periódico u ojear un álbum de fotos. Muchos menos, hacer las tres cosas al mismo tiempo. Él sabía que entretenerse cortocircuitaría esa «línea telefónica desde tu inconsciente».
Para producir un gran trabajo, es necesario estar un poco aburrido.
Los investigadores de la Universidad de Lancashire Central, de la Universidad Estatal de Penn y de la Universidad de California en Santa Bárbara han concluido básicamente lo mismo.
Y esto es precisamente lo que nuestros siempre disponibles y seductores dispositivos están destruyendo.
Demos un paso atrás por un segundo:
Piensa en una dupla creativa intentando resolver un brief en 1967 – o incluso en 1997. ¿Qué hay en la habitación con ellos? No hay Wi-Fi, laptops, smartphones, tablets o wearables. Sólo hay un montón de hojas en blanco, dos personas y sus mentes errantes. Durante horas.
¿Ya te sientes ansioso?
Ahora pensemos en esta misma escena, hoy:
Estás trabajando un brief para un cliente nuevo con tu dupla. Naturalmente, abres tu laptop y haces una búsqueda rápida de sus anuncios recientes. La canción de uno de sus comerciales te suena familiar.
Vamos a revisar.
Sí, tal como lo pensaste, sale en una de tus películas favoritas. Pero tu dupla nunca la ha visto, así que le muestras un video de YouTube de la mejor escena. Mientras ambos se ríen, recibes una llamada de cuentas, preguntando si pueden asistir a una reunión en una hora.
Deciden apurarse y ahora buscan campañas creativas de la categoría.
Después de un momento, reciben un mensaje en Whatsapp que indica que la reunión se canceló.
Te fastidia esta situación, así que abres Twitter para quejarte y ves que alguien compartió un GIF chistoso que quieres poner en tu Facebook…
¿Ves el problema?
Nos encantaría poder decirles que esto se soluciona dejando de procrastinar, haciendo un esfuerzo por concentrarnos más, etc. Pero no. Los smartphones son fantásticos, pues nos da acceso a gente, lugares, ideas y marcas en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero están perjudicando nuestro trabajo.
Eso significa que nuestra creatividad es inevitablemente más racional y menos interesante. Y si finalmente llegamos a lugares inesperados, nos toma más tiempo llegar allí.
La triste verdad es que muchos somos adictos a las pantallas. Reconocerlo es el primer paso. El segundo es salir a caminar, mirar por la ventana… si no la cerveza no es lo tuyo, tomar un café. Pero por lo que más quieras, apaga esa sanguijuela y deja que tu mente vague. Ahí es donde encontrarás las buenas ideas.