Networking: el sutil arte de venderte a ti mismo
Si hay una palabra en el mundo laboral que suena intimidante, es «networking». La tarea de hablar con personas nuevas con el fin de avanzar nuestras carreras es fuente importante de ansiedad. “seguro piensa que me estoy esforzando demasiado” o “debería portarme más serio o pensará que no me importa conocerlo” son algunos de los pensamientos que nos llenan la cabeza. Pero una buena impresión y la red de contactos correctos pueden ayudar a descubrir nuevas oportunidades de trabajo o a conocer potenciales clientes.
Aquí está la buena noticia: No todo el mundo hace networking igual. Así que si tu primera reacción a la idea de ir a “venderte a ti mismo” es una sensación de temor, estos trucos pueden ayudarte.
Cambia lo que piensas del networking
Hacer networking no tiene por qué ser una noche de caminar con un vaso en la mano, torpemente tratando de hablar con extraños. Es mucho más útil pensar en esta actividad como el arte de construir relaciones. No se trata de presentarte a muchas personas en una sola noche y listo. Se trata de encontrar a unas cuentas con quienes puedas cultivar una relación que será mutuamente beneficiosa a lo largo del tiempo.
Piensa que estas relaciones pueden proporcionar asesoramiento y apoyo, ya sea en la búsqueda de empleo, creación de un nuevo negocio o cualquier cambio de vida. En lugar de obligarte a ti mismo a ir a una gran conferencia para hacer nuevas conexiones, pídele a alguien que se tome un café contigo si es un ambiente que se te hace más cómodo. En resumen, busca maneras de conocer gente nueva de una manera que se adapte a tu personalidad.
Controla tus expectativas
El objetivo del networking es encontrar a gente con la cual puedes conectarte, así que sé realista. Seguramente conocerás a muchas personas con las que no podrás generar una relación genuina y eso está bien. En lugar de intentar conocer a todos en un lugar, primero fíjate en quienes no conoces aún (podrías sorprenderte) o acércate directamente a personas cuyo trabajo te impresiona.
Una meta razonable es encontrar una o dos personas con quienes puedas mantener una conversación provechosa. Recuerda que se trata de calidad, no cantidad. De nada te sirve aumentar 20 contactos en tu perfil de LinkedIn, si ninguno de ellos te recuerda luego. La verdadera victoria es dejar una impresión duradera en aunque sea una persona.
La práctica hace al maestro
Cuando se trata de networking, deberías prepararte aunque sea para que tus nervios no te traicionen. No, no se trata de que te aprendas de memoria un pitch acerca de ti mismo, sino de que no se te olvide cuál es tu meta.
Más que nada, es importante definir tu marca personal y conocer la audiencia a la que te vas a dirigir. Si te ayuda a sentirte preparado, investiga a otros asistentes del evento para que sepas con quién quieres hablar y por qué. Piensa cómo te presentarás, cómo mostrar tu personalidad y qué te gustaría preguntarles. Así, cuando llegues a una habitación llena de gente intentando conocer a las mismas personas que tú, no te sentirás abrumado.
Sé tú mismo
Si en algún momento sientes que al practicar cómo venderte a ti mismo lo estás forzando, detente. Lo peor que puede pasar es que las personas a las que conoces sientan que les estás dando un discurso aprendido de memoria. La gente confía en la autenticidad de las personas y si alguien siente que no estás siendo tú mismo, no llegarás muy lejos.
Si vas a aprenderte de memoria algo antes de una sesión de networking, que sea tu negocio. Conoce al revés y al derecho: tu industria, tu mercado, tu rol actual y lo que puedes hacer a futuro. Así, si no te sientes cómodo hablando de ti mismo, puedes impresionar al resto en función de trabajo.
Utiliza las redes sociales a tu beneficio
Una de las mejores ventajas del networking es una relación de tutoría. Sin embargo, para quienes no aman hablar con extraños, dar el primer paso y acercarse para desarrollar ese tipo de conexión con alguien puede ser difícil.
Las redes sociales ofrecen una amplia oportunidad para investigar y prepararte. Muchas personas utilizan redes como LinkedIn para compartir consejos y mostrar una mirada interior a su cultura y valores. Si te interesa conectarte con alguien este es un buen lugar para empezar. Haz preguntas reflexivas que te destaquen de la competencia.
No hagas algo que odias
Tú sabes perfectamente en qué entornos te sientes cómodo… ¡búscalos! Un aspecto fundamental del networking es ser auténtico y sólo puedes hacerlo si todo se siente correcto. Caso contrario, perderás la oportunidad de conocer gente, resentir la experiencia y esto afectará tus posibilidades de formar nuevas relaciones.
Si no disfrutas de lugares ruidosos y música fuerte, evita ir a ese evento en un bar. En su lugar, planifica ir a una conferencia o a un almuerzo ejecutivo. Si te sientes tranquilo, será más fácil hablar con alguien que no conoces y te darás cuenta de que los extraños pronto se convierten en colegas.
En resumen, no hay una fórmula exacta para conocer gente y crear relaciones. Así que lo mejor que puedes decidir, es hacerlo bajo tus propias condiciones. Busca personas que te interesen e intenta conocerlas en ambientes y momentos donde no te sientas fuera de lugar. Saca lo mejor de ti y conéctate con posibles mentores que te inspire. ¡A por ello!