¡Al diablo la inteligencia emocional!
Mañana a las 10 a.m., Max se presentará para una prueba estandarizada, implementada desde el año 2035 para medir la aptitud y el rendimiento proyectado en el lugar de trabajo moderno. Coloquialmente llamada «Q», esta prueba mide tres variables:
- Coeficiente de adaptabilidad (AQ)
- Cociente emocional (EQ)
- Cociente intelectual (IQ)
Si bien cada «Q» importa, el AQ pesa más. Los buenos puntajes en adaptabilidad significan que puedes seguir una larga carrera con sueldos significativos y entrenamiento constante.
Con puntajes más bajos, tendrás más flexibilidad y mayores recompensas a corto plazo, pero solo contratos de corta duración sin capacitación adicional.
Bienvenido al futuro.
La adaptabilidad será más importante que nunca
No es ningún secreto que la tecnología está cambiando a un ritmo exponencial, lo cual nos exige aprender más rápido que nunca. El trabajo de cada año difiere dramáticamente del año anterior. Los comportamientos que hemos perfeccionado durante décadas se volverán obsoletos pronto.
Como resultado, nuestro «cociente de adaptabilidad» (AQ) pronto se convertirá en el principal factor de predicción de éxito, dejando la inteligencia general (IQ) y la inteligencia emocional (EQ) en un segundo plano.
Todos tenemos ese amigo que odia el cambio y otro que se nutre de nuevas experiencias. Y es que algunos de nosotros nacemos con más potencial para adaptarnos. Lo bueno es que AQ, al igual que IQ y EQ, se puede desarrollar mediante la dedicación y el trabajo arduo.
AQ nacional: Suecia versus Estados Unidos
The New York Times publicó un fascinante artículo en el que se evidencia que el 80% de los suecos ven a la automatización como algo positivo debido a la fuerte red de seguridad social de su país. ¿Por qué? Pues porque el gobierno brinda atención médica y educación gratuita, y los empleadores financian programas de capacitación laboral.
Por el contrario, el 72% de los estadounidenses esté preocupado por la automatización. Esto se debe a que su sistema de salud depende en gran medida de los empleadores, por lo que «la desaparición de un tipo de trabajo puede desencadenar un descenso a profundidades catastróficas».
Si la prueba “Q” existiera hoy, Suecia tendría un AQ más alto que EE. UU.
AQ organizacional: IBM versus Kodak
La innovación evoluciona de forma natural e IBM ha soportado las mareas cambiantes. De 1880 a 1924, IBM vendió máquinas tabuladoras; en 1933, máquinas de escribir eléctricas; en los 60, fue uno de los primeros en el mercado con computadoras mainframe. Desde entonces, IBM ha cambiado de rumbo rápidamente, siempre en dirección al dinero.
Ahora comparemos esta trayectoria con la de Kodak. En los 90 comenzó un fuerte declive para esta empresa. Su modelo de negocio estaba arraigado en la película fotográfica, que resultó ser un arte moribundo. Kodak tuvo dificultades para capitalizar las nuevas fuentes de ingresos y tardó en adoptar productos relevantes para la era digital. En resumen, Kodak no fue lo suficientemente adaptable y por esto se vio forzado a declararse en bancarrota en 2012.
AQ individual: Yangyang Cheng
En 2003, Yangyang Cheng recién se había graduado de la universidad y trabajaba como auditora en Hong Kong. En 2007, se había trasladado a la Universidad de Pepperdine (en California) para enseñar chino y cultura. En 2009, Cheng se convirtió en anfitriona de Hello! Hollywood. En 2012, a pesar de su éxito, pivotó por cuarta vez para crear «Yoyo Chinese», una plataforma de video educativo para ayudar a los angloparlantes a aprender mandarín en línea.
Cheng ha navegado cuatro carreras exitosas en menos de 15 años, gracias a una mentalidad de crecimiento. Ella está motivada por la curiosidad y es capaz de ver temas futuros a través de su experiencia.
IBM, Suecia y Yanyang Cheng son suficientes para convencernos de que podríamos estar en camino hacia un futuro en el que la adaptabilidad es un indicador importante del éxito futuro. ¿Cómo planeas prepararte?
