Lancôme rompe la barrera de la edad
Veintidós años después de que se cancelara su contrato con Lancôme, Isabella Rossellini, ahora de 63 años, vuelve a ser la imagen de la marca francesa de belleza.
En febrero, la marca lanzó una campaña protagonizada por la modelo y actriz italiana como la cara de su gama Renergie Multi-Glow. Y debemos admitir que es refrescante ver a una mujer con arrugas reales como imagen de una línea de cuidado de la piel que se enfoca en las preocupaciones antienvejecimiento. Porque admitámoslo, a nadie engañaban las marcas de belleza poniendo a mujeres de 30 sin una sola arruga a vender este tipo de productos.
Hoy son las marcas (¡finalmente!) las que despiertan una nueva normalidad.
Los grupos una vez marginados ahora reciben atención. Las modelos ya no necesitan cumplir con los criterios alta / blanca / delgada / joven. Los embajadores de marca son cada vez más variados: de cualquier raza, cualquier tamaño y, como vemos en esta campaña de Lancôme, de cualquier edad.
¿Quiere esto decir que ya logramos todo lo que se necesita en términos de diversidad y representación? Por supuesto que no. Pero, sí es un buen lugar para empezar.
Si no tienes idea cómo hacerlo, prueba esto: enfrenta y corrige errores previos, especialmente si hacerlo implica cuestionar la historia o el «legado» de tu marca. Los consumidores aplaudirán tus honestos y auténticos esfuerzos de redención.
El año pasado ya vimos a la marca brasileña de cerveza Skol contratar a artistas femeninas para rehacer sus anuncios sexistas del pasado. Y la acogida fue impresionantemente positiva.
¿Qué dices? ¿Te atreverías a buscar una imagen más diversa para representar a tu marca?